Si pensabas que los tatuajes eran una marca de por vida, déjame decirte que estás equivocado, con ayuda de la medicina estética es posible eliminar ese mal tatuaje que te hiciste cuando eras muy joven y ahora te arrepientes de tenerlo.

Con el pasar de los años, los métodos para eliminar tatuajes se han perfeccionado de tal manera que, ahora es posible eliminar cualquier tipo de color y diseño, sin importar el tipo de piel. Lo mejor de todo, es que los resultados ahora son más rápidos y efectivos.

De momento, el láser es la única tecnología capaz de apoyarnos en nuestra lucha por borrar los tatuajes. Este innovador procedimiento es relativamente rápido, tiene un nivel de dolor medio y puede lograr eliminar hasta más de un 90% de la tinta que hay en la piel.

La pregunta que te estarás haciendo es ¿Cuánto tarda?

No hay una respuesta sencilla o única, ya que hay varios puntos a tomar en cuenta.

El color de la tinta

El color más fácil de borrar es el negro, ya que este fue el original y se podría decir que la tecnología láser se desarrolló pensando en este tipo de tinta.

La tina de colores, por otra parte, ya es más complicada, sobre todo los tonos amarillos, rosa y azul.

El blanco también es un color difícil de eliminar, es más, se ha demostrado que mientras más claro sea el color, mayor es su complejidad al eliminarlo, ya que el tatuador se ve en la necesidad de mezclar un color con blanco para perfeccionar el diseño.

Por ejemplo, si ya de por sí es difícil eliminar un tono roso, si este lo mezclamos con blanco es aún más complejo, lo que se traduce en más sesiones láser. 

El grosor de las líneas

Los tatuajes con líneas finas como los nombres sencillos o los mándales son más fáciles de eliminar. Al contrario de los diseños con líneas gruesas, sin mencionar los diseños amplios como dibujos o retratos, estos hacen que la tarea de borrarlos sea más ardua.

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La profundidad

Recordemos que los tatuajes son obras de arte que requieren de técnicas especiales para dar mayor profundidad y realismo. Si queremos que el diseño sea permanente, no hay problema con esto, pero si luego nos arrepentimos, ahí si.

Debido a que la profundidad y los diseños 3D requieren de mucha tinta, es más que obvio que las sesiones para borrar este tipo de tatuaje podrían ser más del doble que con los diseños sencillos.

El tamaño

Esto parece más que obvio, mientras más grande sea el tatuaje, más tiempo tardará en borrarse, sobre todo si este viene con muchos detalles que hacen que no baste con borrar el diseño, sino todo lo que le rodea.

Como ejemplo podríamos decir que uno de los diseños más difíciles de borrar son los «total black». Por si no sabes de qué hablamos, este es un tatuaje que consiste en cubrir una parte amplia del cuerpo con tinta negra, como parte de los brazos o las piernas.

Este tipo de tatuaje se usa mucho cuando se quiere borrar otro mal tatuaje.

El profesionalismo del tatuador

¿Sabías que mientras mejor sea el tatuaje, más difícil será de eliminar?

Parece contradictorio, pero tiene sentido. Si pagas mucho por un diseño realizado por un profesional, esperas que el tatuaje dure bastante tiempo sin que se difumine con el pasar de los años y el envejecimiento de la piel.

El lado negativo de esto es que cuando te hayas arrepentido de tener el tatuaje, las sesiones para eliminarlo serán más complicadas.

Los expertos del tema dicen que los tatuadores novatos, tiñen de manera muy superficial, por lo que es fácil borrar el tatuaje, mientras que los profesionales tratan de teñir la mayor cantidad de capas de piel posible, para así garantizar resultados duraderos.

El color de la piel

No todo depende del tatuaje, el tono de piel del paciente también es importante. Se ha demostrado que las pieles blancas son más sencillas de tratar que las pieles oscuras. Esto no significa que estas últimas no tendrán efectos igual de buenos, solo que tardarán más en tener los resultados esperados.

La localización del tatuaje

La capa de piel que cubre nuestro cuerpo no es igual en todas las zonas. Por ejemplo, en el cuello y el rostro la piel es más delgada y sensible, de modo que los tatuajes ahí no penetran tantas capas de piel, lo que se traduce en facilidad a la hora de eliminarlos.

Caso contrario con los muslos, brazos y el resto de las piernas, en donde la piel es más gruesa y, por lo tanto, la tinta penetra en ella de manera más efectiva.

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Es hora de sumar

Como ya te habrás imaginado, ahora que sabes todo lo que influye en el tiempo de eliminación de un tatuaje, puedes hacerte una idea de lo difícil que puede ser eliminar un tatuaje que, por ejemplo, cumpla con todas las características mencionadas.

De media, se requieren de unos seis meses para eliminar por completo un tatuaje, ya que se deben contar los días de descanso entre sesiones, los cuales sirven para que la piel se pueda recuperar de las sesiones láser.

Pero si, por ejemplo, tienes un black total en una pierna, puedes estar seguro de que vas a necesitar más de seis meses para lograr los resultados esperados.

No todo está perdido

Tardío no es sinónimo de imposible, si te pones en manos expertas vas a lograr los resultados esperados. Aunque hay muchos médicos que tienen formación en la aplicación de tratamientos láser, los dermatólogos son los mejores a la hora de borrar cualquier tipo de tatuaje.

Estamos hablando de profesionales que tienen como especialización el estudio de la piel, por lo que no solo te van a dar resultados seguros, sino que, además, te van a brindar un estado completo sobre tu tipo de piel y cómo puedes hacer para recuperarte mejor de cada sesión.

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