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¿Cómo es el postoperatorio de una mentoplastia?
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Nuestro rostro no solo es una carta de presentación, también es un medidor de belleza. Según los expertos en el tema, mientras más simétrica se vean nuestras facciones faciales, mayor será nuestro atractivo. Tomando esto como base, no es de extrañar la popularidad de las cirugías faciales.
En el mundo de la estética hay cirugías faciales para todo, para la nariz, los pómulos, ocultar arrugas y, de la que vamos a hablar en este artículo, el mentón.
El mentón, también conocido como barbilla, es la parte del cuerpo que le da comienzo al cuello, la zona donde nace la barba, en el caso de los hombres. Aunque muchos no lo ven como un punto de atracción, lo cierto es que su forma puede cambiar exponencialmente nuestro aspecto físico.
¿Por qué hacerse una mentoplastia?
Esta cirugía plástica facial consiste en corregir desviaciones, malformaciones o el volumen de la barbilla, para lograr que el rostro tenga un aspecto más estilizado y refinado.
Cuando el mentón se encuentra hundido, el cirujano aplica una prótesis en la zona para darle más volumen, logrando que sobresalga un poco, sin llegar a exagerar.
➡️ Conoce aquí los diferentes tipos de implantes de mentón.
En caso de que la barbilla sea muy pronunciada, el objetivo será reducir su forma ósea por medio del limado u otra técnica quirúrgica para reducir el hueso. En este último caso, como el paciente no tendrá una prótesis en su cuerpo, el cambio de esta al pasar los años deja de ser un problema.
¿Qué tan complejo es el postoperatorio?
Sí, la mentoplastia suena como una cirugía complicada, pero sobre todo dolorosa, sin embargo, la realidad es muy diferente. Recuerda que la medicina estética se ha desarrollado a tal nivel de que el dolor es cada vez menor.
En el caso de la mentoplastia, debes tener en cuenta los siguientes puntos sobre el postoperatorio.
· El tiempo de recuperación
Las primeras 48 horas son cruciales. Durante este tiempo el paciente va a sentir que la zona tratada está inflamada, además de tener dificultad para moverse correctamente. Lo ideal es que permanezca en cama durante ese tiempo, con la cabeza erguida, evitando que la barbilla toque la almohada.
Pasado los dos días, el paciente puede incorporarse paulatinamente a su vida cotidiana, y a las dos semanas la inflamación debería haber cedido por completo, por lo que la persona podrá volver a su trabajo y su vida normal.
Ten en cuenta que no todos los pacientes son iguales, por lo que el tiempo de recuperación dado es solo un aproximado, hay personas que se recuperan más rápido y otras que pueden tener un proceso más lento, debido a la complejidad de su intervención.
- La alimentación
Como toda cirugía, la mentoplastia requiere de una dieta especial durante el postoperatorio, sobre todo si tomamos en cuenta que la zona tratada normalmente se mueve cuando masticamos o tragamos los alimentos.
Durante los primeros días del postoperatorio, el mentón estará tan inflamado que el paciente podría sentir dolor a la hora de masticar, por lo que su dieta deberá ser líquida, dándole prioridad a las sopas, batidos y jugos.
Una vez la inflamación se haya reducido, la persona pasará a los alimentos blandos, como los purés, el pescado, entre otros. A las dos semanas el paciente debería poder comer con normalidad.
En este caso los periodos de tiempo no son exactos, ya que todo va a depender de la evolución de la persona, lo mejor será esperar las indicaciones de tu cirujano, el cual debería darte su aprobación para ir al siguiente paso de tu alimentación.
- Adiós a la actividad física
Se recomienda que los primeros 15 días de recuperación el paciente se abstenga de cargar peso o realizar actividades que demanden mucha fuerza, como serían los deportes, ir al gimnasio o hasta completar los quehaceres del hogar.
Cuando hayan pasado estos días, se deberá esperar la aprobación del médico para que dé el alta. Recuerda que, aunque te sientas bien, puede que tu cuerpo todavía no esté preparado para la actividad física, por lo que la aprobación de tu cirujano es clave.
- No más sol por un tiempo
La exposición de los puntos de sutura al sol puede contribuir con una despigmentación de la piel, haciendo que los puntos tengan un color oscuro que sobresalen del resto del cuerpo. Esto no solo genera un problema estético, sino que puede desencadenar en una recuperación más lenta de la intervención, ya que los rayos ultravioleta empeoran la afección.
Métodos para mitigar el dolor y la inflamación
Como los primeros días son los más dolorosos y complejos, el doctor receta analgésico. Estos deben ser ingeridos en los periodos de tiempo recomendados, con la dosis acordada por el médico. Si el dolor se mantiene, tienes que indicarle al cirujano para que aumente la dosis, no debes automedicarte.
Para reducir la inflamación, se puede aplicar hielo en la zona afectada. Recuerda no aplicarlo directamente en la piel, debes cubrirlo con tela o usarlo en una compresa. El hielo es el mejor aliado de un paciente postquirúrgico, ya que se puede aplicar en cualquier momento y sin indicaciones del médico.
- No más malos hábitos por un tiempo
No está de más decir que hábitos como el cigarrillo o el alcohol, deben ser suspendidos unas semanas antes de la intervención y durante todo el proceso de recuperación.
Este tipo de sustancias pueden complicar la cicatrización de los puntos, haciendo que la recuperación sea mucho más larga de lo que debería, sin mencionar los efectos nocivos que puede tener en el organismo en general.
¿Vale la pena el sacrificio?
No existe una respuesta correcta para esta pregunta, ya que todo va a depender de cada persona. Lo que para algunos puede ser un tratamiento para mejorar la vanidad, para otros es un cambio significativo en la forma cómo se ven y se sienten, por lo que la cirugía ya no se ve desde una perspectiva de estética, sino de seguridad en uno mismo.
Recuerda que esta y cualquier otra intervención quirúrgica solamente puede ser llevada a cabo por un cirujano certificado con experiencia en el tema.
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