¿Lóbulos rotos? nueva cirugía para remodelar el lóbulo de la oreja
Los lóbulos de las orejas se pueden rasgar fácilmente, bien sea por consecuencia de aretes muy pesados o que se puedan enredar con la ropa o con el cabello. Cuando esto pasa lo primero que debe hacer es aplicar presión por unos buenos minutos con un pañuelo con el fin de que coagule la sangre. Inmediatamente pare el sangrado se deberá aplicar una crema contra la infección, manteniendo húmeda la herida.
La irritación de los lóbulos de las orejas puede presentar enrojecimiento, picazón o supuración de la zona, esto se puede evitar limpiando los aretes con alcohol antes de ponérselos, para evitar infecciones y así cada vez que se vayan a usar. De la misma manera se recomienda evitar el níquel en los aretes, pues estos pueden provocar reacciones alérgicas, por lo cual es mejor limitarse al uso de plata esterlina o acero inoxidable hipoalergénico.
Solución para el lóbulo rasgado
Principalmente la solución más adecuada para el lóbulo rasgado es la intervención quirúrgica. Es una intervención bastante sencilla mediante anestesia local, que no requiere hospitalización y se puede realizar en un centro médico especializado por un profesional del sector altamente cualificado.
La cirugía no requiere de análisis previos o preparación especial, simplemente en el momento de la intervención el paciente sentirá el pinchazo de la anestesia y a partir ahí, sin que el paciente sienta nada, el médico cirujano procederá a quitar la piel del interior del agujero para suturarla tanto por dentro como por fuera, permitiendo la correcta cicatrización.
El proceso no tardará más de 30 minutos y se dejan los lóbulos protegidos por unos esparadrapos quirúrgicos mientras se caen por sí solos y aproximadamente a los 15 días se deberán retirar los puntos de sutura.
El paciente podrá hacer vida normal inmediatamente después de la intervención, teniendo en cuenta no mojarse la zona de las orejas por un par de días.
Pasados dos meses ya se podrá hacer nuevamente los agujeros para los aretes, con el fin de dar tiempo para una correcta cicatrización.
En los peores casos puede ser que el lóbulo pierda un poco grasa, para lo cual se deberá acudir a un pequeño relleno con la propia grasa del paciente, ácido hialurónico o materiales biocompatibles, con el objeto que el lóbulo tenga una mayor consistencia en el momento de la colocación de los nuevos aretes.
No hay que preocuparse por la cicatriz, ya que ésta será poco visible y en la mayoría de las ocasiones, al realizarse nuevamente el agujero, se ocultará por completo.
Gracias a los avances tecnológicos se ha creado un nuevo procediendo para remodelar el lóbulo de la oreja, denominado "Piercing reverse", siendo una mini-cirugía ambulatoria que devuelve a la oreja su aspecto original, sin cicatrices visibles.
El Piercing reverse es un procedimiento mínimamente invasivo, ambulatorio, que se realiza bajo anestesia local, en donde se retira por dentro el fragmento epidérmico que conforma las paredes del orificio y posteriormente se sella con una mínima sutura transversal.
El recorrido de la incisión se traza con un rotulador quirúrgico y con un bisturí de hoja se retira la piel del interior de la perforación, de esta manera se reconectan los vasos sanguíneos para acelerar la cicatrización del tejido.
Esta mini-cirugía requiere tres o cuatro puntos de sutura, los cuales son retirados a la semana siguiente. Cuando se tiene un desgarro completo del lóbulo, se requiere un rasgado superficial del lóbulo desde el orificio hasta el borde de la oreja.
Es importante tener en cuenta que el éxito del piercing reverse es utilizado también para cerrar agujeros de piercings y se debe tener en cuenta la pericia del cirujano plástico para conseguir resultados naturales y con mayor precisión.
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