En el caso de las mujeres, una concentración limitada de grasa en el pubis puede ser más generalizada y no crear complejos ni molestias particulares. En cambio, en los hombres, este tipo de adiposidad localizada puede crear enormes molestias debido a una imperfección secundaria del pene, conocida como pene oculto o pene hundido.
El pene hundido representa un problema tanto estético como funcional, debido a la acumulación de grasa localizada en el pubis. Este tipo de grasa, difícil de eliminar con ejercicios y dietas, genera un fuerte malestar en los hombres, ya que provoca un problema adicional para el pene, que queda parcialmente oculto por el exceso de grasa, haciéndolo parecer más pequeño y comprometiendo también su funcionalidad. Además, la inseguridad y el malestar psicológico que le siguen pueden agravar aún más el cuadro, creando ansiedad por el rendimiento y dificultades sexuales en quienes lo padecen.
Pero, ¿es posible eliminar la grasa del pubis en los hombres y solucionar el problema del pene hundido? Pues sí, y existen varios remedios quirúrgicos mínimamente invasivos que le darán excelentes resultados en muy poco tiempo.
Las causas, como en el caso de muchas otras imperfecciones, pueden atribuirse a tres categorías, pero lo que distingue a esta imperfección específica es que en los hombres puede convertirse en la causa de varios problemas de naturaleza andrológica.
Como se ha anticipado, las tres causas principales son:
- Predisposición genética: se ha observado que, en estos pacientes, incluso después de una importante pérdida de peso, la acumulación de grasa en el pubis persiste sin cambios.
- Sobrepeso y obesidad: representan la principal causa del exceso de grasa en el pubis, debido a una dieta inadecuada y al sedentarismo.
- Envejecimiento: con el aumento de los años la piel pierde elasticidad, favoreciendo también la acumulación de grasa en el pubis.
Al contrario de lo que se pueda pensar, la mejor solución para resolver el problema del pene hundido no es recurrir a una cirugía de alargamiento de pene, sino a una cirugía para reducir el exceso de grasa. Veamos cuáles son las distintas opciones quirúrgicas y no quirúrgicas:
Liposucción
Se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo que permite eliminar la acumulación de grasa del pubis. Se realiza de forma ambulatoria y requiere una simple anestesia local, salvo en los casos en los que se decida tratar varias zonas a la vez (como abdomen y caderas) en cuyo caso, será necesario realizar una anestesia general. Para eliminar la grasa del pubis inicialmente hay que rasurar la parte a tratar y luego se realiza una incisión muy pequeña (unos 5 mm) por encima de la base de la zona genital.
Lipo Vaser
También conocida como liposucción ultrasónica o Vaser, se realiza a través de una pequeña incisión, se introduce una sonda ultrasónica que disuelve las células grasas que luego serán aspiradas. En esencia, se trata de una cirugía mínimamente invasiva, por lo que, comparada con la anterior, permite reducir a la mitad el tiempo de recuperación y volver inmediatamente a las actividades cotidianas manteniendo unos resultados óptimos y duraderos.
Laserlipólisis
La laserlipólisis es un tipo de liposucción láser: esta técnica es muy similar a la anterior y consiste en la inserción de una sonda láser que permite la destrucción de las células grasas que luego serán aspiradas. Se trata, por tanto, de una lipoescultura mínimamente invasiva, que al igual que la técnica Vaser permite reducir significativamente los tiempos de recuperación y los cuidados postoperatorios.
Criolipólisis
Esta, a diferencia de las anteriores, es una técnica no invasiva que no requiere ningún tipo de cirugía. Se lleva a cabo mediante el paso de un aparato sobre las zonas en las que hay acumulación de grasa no deseada, no es doloroso y no requiere reposo, por lo que en cuanto se termina una sesión se puede volver inmediatamente a las actividades cotidianas. Como su nombre indica, la criolipólisis, utiliza la capacidad del frío para destruir y disolver las células del tejido adiposo, que luego se elimina a través del sistema linfático. La diferencia en este caso es que los resultados no son visibles inmediatamente, sino al cabo de unas semanas, y que a veces puede ser necesario un segundo retoque. Sin embargo, la ausencia de cirugía hace que sea un procedimiento menos exigente y especialmente adecuado para pequeñas adiposidades localizadas.