Todos tenemos cicatrices ya sea por acné, caídas, un accidente, una operación, enfermedades, etc. Hay que tener en cuenta que con el tiempo, tienden a verse menos pero nunca llegan a desaparecer del todo. Por este motivo, en algunas ocasiones, ciertas cicatrices demasiado grandes o en sitios demasiado visibles pueden provocar incomodidad o inseguridad. Debido a esto, hoy en día hay una gran variedad de tratamientos para mejorarlas y camuflarlas.
Existen 4 tipos:
Existen diferentes tipos de tratamientos, que se adaptan según el tipo de cicatriz. Para eliminar una cicatriz, existen tratamientos tópicos más sencillos como las cremas, pomadas o parches de silicona. Estas las usamos de manera preventiva para evitar que la cicatriz se vuelva hipertrofia o queloide, pero por sí solos no logran corregir la cicatriz. Son parte complementaria del tratamiento. Hoy en día existen procedimientos mínimamente invasivos como el láser CO2, la radiofrecuencia fraccionada con miroagujas, láser vascular NdYag, infiltraciones, enzimas, y estimulados de colágeno que dependiendo del tipo de cicatriz nos permite mejorar notablemente su aspecto.
Sea
cual sea el tipo de tratamiento elegido, afectará el color, el
aspecto de la superficie, el ancho y la profundidad de la cicatriz.
Hay que considerar tratamientos médicos solo cuando han pasado 10 meses y la cicatriz ha dejado de variar. Generalmente, el tratamiento básico para la corrección de cicatrices es el láser de CO2 fraccionado. En la mayoría de los casos, se recomienda combinar varios tratamientos para obtener un resultado óptimo. A continuación detallamos los tratamientos más utilizados.
Radiofrecuencia Fraccionada con Microagujas (FIXER): La radiofrecuencia se caracteriza por una onda electromagnética que calentará los tejidos para activar la producción de colágeno y elastina de la piel. Esta tecnología tiene un set de agujas insoladas que solo emiten la onda de radiofrecuencia en su punta. Al penetrar a la profundidad deseada, entrega la energía de radiofrecuencia a diferentes profundidades de la piel donde deseamos que haya mayor estimulo de los fibroblastos. Usado a menudo como un método para prevenir el envejecimiento, la radiofrecuencia también tiene un efecto benéfico en ciertos tipos de cicatrices. Serán necesarias de 3 a 6 sesiones, una sesión cada mes a mes y medio, para obtener resultados satisfactorios.
Laser Nd-YAG: En las etapas iniciales de las cicatrices hay una importante proliferación vascular, lo que lleva a un enrojecimiento de la cicatriz. Es importante controlarlo y esto lo hacemos con esta tecnología Ndyag de pulso largo Colormax. Así como también en etapas más tardías, podemos tratar con su modo Nd-Yag Q switch las pigmentaciones asociadas.
Infiltraciones:
Algunas cicatrices hipertrofias o queloides requiere infiltraciones
con diferentes activos como corticoide, 5-fluoracilo, enzimas Pb
serum para ayudar a controlar su crecimiento.
Bioestimuladores: En cicatrices atrofias como las de acné, o varicela, podemos usar estimulados de colágeno como Radiesse, Sculptra, profhilo para generar colágeno debajo de las mismas y lograr una elevación de la base de la cicatriz.
En algunas ocasiones, las cicatrices son tan grandes o visibles que afectan a la autoestima de la persona. En estos casos, la cirugía puede ser la mejor opción ya que consigue disimularlas. Es muy importante que la cicatriz esté deshinchada, tenga una coloración normal y esté blanda. Esto suele suceder tras unos 12 o 18 meses. Generalmente, se realiza la cirugía con anestesia local aunque si la zona es muy extensa, puede ser necesaria anestesia general e ingreso hospitalario. Una cicatriz pequeña se puede corregir en media hora pero si es más compleja, el procedimiento puede ser de varias horas.
Si la cicatriz es ancha y no tiene retracción ni elevación ni tampoco es queloide, el cirujano puede abrir y cerrar la piel. De esta forma, volverá a empezar el proceso de curación. En el caso de que la cicatriz no sea tan regular, el cirujano optará por otras técnicas como por ejemplo, la Z-plastia o la W-plastia.
En cuanto al tratamiento estético, es absolutamente esencial visitar a un especialista en medicina estética y, más particularmente, en el tratamiento de cicatrices. Además, será necesario verificar las habilidades y cualificaciones del médico.
En caso de que sea necesario una cirugía, deberá ser un cirujano plástico quién realice el procedimiento y que esté especializado en la corrección de cicatrices.
En la primera cita el profesional examinará la cicatriz y realizará un diagnóstico para ver qué tratamiento sería el más adecuado de acuerdo con sus necesidades y su historial médico. Una vez elegido el procedimiento, el médico explicará cómo se va a realizar, los riesgos y el precio. Para pautar un tratamiento, nos fijaremos siempre en el tipo de cicatriz que es, cuánto tiempo tiene, la localización, la extensión, la edad del paciente. Todos estos factores van a ser decisivos a la hora del resultado.
El procedimiento dependerá del tratamiento elegido. A continuación, detallamos cada uno:
Sea cual sea el tratamiento elegido, hay una clara mejora de la piel una vez el edema, enrojecimiento iniciales pasan. Con el paso de cada sesión los resultados benéficos son acumulativos y empariente irá notando cada vez más la mejoría.
En la mayoría de los casos, la atenuación de la cicatriz proporcionará en los pacientes una mejora de su autoestima, ya que si se realizan un tratamiento es porque sentían la necesidad de eliminarla. Cada cicatriz es única y va a tener un tratamiento diferente. Es importante dejar claro al paciente que las cicatrices no desaparecen del todo, aunque con tratamientos y el paso del tiempo se puedan diluir.
Sea cual sea el tratamiento elegido, hay una clara mejora de la piel al final de la sesión o en los días siguientes. La piel estará visiblemente más suave y la cicatriz será menos visible.
En el caso de la cirugía, los resultados pueden tardar hasta un año en ser definitivos pero también se mejorará significativamente el aspecto de la cicatriz.
En la mayoría de los casos, la atenuación de la cicatriz proporcionará en los pacientes una mejora de su autoestima ya que si se realizan un tratamiento es porque sentían la necesidad de eliminarla. Cada cicatriz es única y va a tener un tratamiento diferente. Es importante dejar claro al paciente que las cicatrices no desaparecen del todo, aunque con tratamientos y el paso del tiempo se puedan diluir.
Aunque el porcentaje de complicaciones en el tratamiento de corrección de cicatrices suele ser escaso, ninguna intervención quirúrgica o tratamiento médico está libre de riesgos.
En el caso de la cirugía, las principales complicaciones incluyen:
En este caso, se pueden proponer dos soluciones: el láser NdYag de pulso largo si la cicatriz es relativamente reciente y todavía está roja; el láser de CO2 fraccional si la cicatriz es de color claro (cicatriz madura). Se necesitarán varias sesiones, pero podrá obtener muy buenos resultados en este tipo de cicatriz. Afirman los profesionales de Mestrevila
Un examen médico será esencial antes de cualquier tratamiento. Sin embargo, en el caso de las marcas del acné, combinar es la clave. Los profesionales de Mestrevila recomiendan que dependiendo del tipo de cicatriz de acné que predomine, combinar láser de Co2, Radiofrecuencia fraccionada con miroagujas, así como subsidios y uso de estimulados de colágeno.
Como regla general, la inyección tardía de corticosteroides es el
método más comúnmente
utilizado para los queloides. Las inyecciones deben ir acompañadas
de la aplicación de cuidados correctivos y se debe evitar el sol.
También se puede usar láser de co2 y en algunos casos es necesaria
su remoción quirúrgica e intervención temprana con láser de Co2.
La mayoría de las veces, varias técnicas deberán asociarse para obtener un resultado óptimo. Para cicatrices de quemaduras, una combinación de Radiofrecuencia fraccionada con microagujas y Láser de Co2 es bastante efectiva. Nuevamente, tomará varias sesiones dependiendo del tamaño y la profundidad de las mismas.