La pérdida de cabello puede ocurrir por varias razones, no obstante la hereditaria y la edad suelen ser las más comunes tanto en hombres como en mujeres. La mayoría de las personas pueden llegar a perder entre 50 y 100 cabellos por día, lo cual se consideran unos rangos normales.
Otros aspectos como los cambios hormonales, ciertas enfermedades, algunos medicamentos y el estrés físico y emocional pueden contribuir a la pérdida de cabello. En ese sentido, Los hombres tienen una pérdida más notoria en las entradas y la corona, mientras que en el caso de las mujeres se presenta una Alopecia difusa.
Ante esta problemática, los trasplantes capilares o microinjertos se consideran una solución realmente eficaz y permanente que consiste en redistribuir o reimplantar cabellos que se extraen de un área donante a una zona despoblada, ayudando así a recuperar el pelo perdido sin riesgo de rechazo. En cuanto a los métodos más conocidos está la técnica FUE que significa trasplante de pelo mínimamente invasiva realizada con anestesia local para tratar alopecias en hombres y mujeres con resultados naturales y excelentes de forma duradera y sin dejar cicatrices visibles. Está considerada la técnica de trasplante capilar más avanzada en estos momentos.
La técnica de trasplante capilar FUE permite la extracción individual de folículos capilares de diversas áreas donantes, normalmente de la zona posterior y lateral del cuero cabelludo, tras el rasurado de la zona. Posteriormente, una vez obtenidas, las unidades foliculares se preparan y seleccionan mediante microscopio en unidades de 1,2,3 y 4 pelos para luego implantarlas adecuadamente en las zonas de alopecia o calvicie anteriormente diseñada.
El implante capilar o microinjerto será una decisión consensuada entre el paciente y el médico, quien en función de las necesidades de la persona y su historial médico, decidirán entre aplicar una u otra. A su vez, cabe destacar que se trata de una intervención quirúrgica sencilla que no requiere hospitalización y cuyos resultados definitivos pueden apreciarse entre los 6 y 12 meses siguientes.En los últimos años el implante capilar se ha convertido en unos de los tratamientos más comunes y demandados por aquellas personas que sufren de una pérdida de cabello considerable. Aunque se trata de una intervención quirúrgica mínimamente invasiva, su complejidad es elevada toda vez que se trata de una técnica que requiere mucho detalle.
Como todo procedimiento quirúrgico, no está indicado para tratar todos los casos. Aunque se aplica tanto en hombres como en mujeres, lo más importante es determinar qué factores están provocando la pérdida de cabello de cara a descartar que ello se deba, entre otras patologías, a las de tipo autoinmunes o tiroideas.
Si tu caso ya se ha analizado y resulta que padeces de una alopecia androgenética o cicatricial consecuencia de heridas, infecciones bacterianas, quemaduras, tumores o radioterapia, entonces es muy probable que tu médico te recomiende iniciar con algún tipo quirúrgico de tratamiento capilar. Cabe mencionar que el tratamiento elegido estará principalmente determinado por la extensión de la alopecia y la calidad de la zona donante, lo cual implica que tu médico corrobore la densidad y grosor del pelo a transplantar, permitiendo así ajustar la técnica a tus necesidades, expectativas y a tus posibilidades reales de alcanzar una mejoría permanente.
De acuerdo a profesionales, no se recomienda a pacientes con una pérdida de cabello transitoria provocada por déficits nutricionales o alopecias de origen nervioso. Asimismo, destacan la importancia de que la persona cuente con una zona donante apta para transplantar folículos de calidad.
Como sucede ante cualquier procedimiento quirúrgico, la elección del profesional es fundamental, de modo que se vea garantizada tu salud y los propios resultados del tratamiento. De ahí que su formación, experiencia, idoneidad y especialización son aspectos claves que deberás considerar en todo momento durante tu búsqueda y toma de decisión.
De acuerdo a ello, debes tener en cuenta que el dermatólogo especialista en tricología y el cirujano especializado en microinjertos capilares son los profesionales indicados para realizarlo por lo que además es aconsejable verificar su experiencia en asociaciones como:
Adicionalmente, será importante que puedas conocer los resultados de pacientes anteriores, las instalaciones del centro hospitalario o clínica donde se llevará a cabo el implante capilar, el equipo de profesionales que le acompañarán al dermatólogo o cirujano durante la intervención y por supuesto, referencias de otros clientes.
La pérdida de cabello no es solo un tema estético, lo es también psicológico. Por ello, en la primera cita, tanto tú como el doctor, deben iniciar a construir lazos que favorezcan la confianza y comunicación, permitiendo así que se puedan exponer con claridad todas las expectativas y, por supuesto, las opciones más factibles para tratar tu caso con total profesionalismo.
Durante la primera consulta, el cirujano capilar o dermatólogo especialista en tricología iniciará con la fase de diagnóstico, de cara a conocer tu historial clínico y tus verdaderas preocupaciones. Además, te indicarán una serie de pruebas y exámenes a las que deberás someterse para determinar si eres o no un candidato idóneo para la realización de un implante capilar.
A partir de una revisión exhaustiva y profesional, el doctor podrá realizarte una serie de recomendaciones y establecer los siguientes paso con el objetivo de iniciar el tratamiento quirúrgico o terapéutico más apropiado para tu caso y cuyo resultado sea, ante todo, natural e imperceptible. Esta es una cuestión que preocupa a muchos pacientes y que depende en gran medida del uso de instrumentos apropiados, un personal profesional y un sentido artístico y estético adecuado.
Por tanto, durante tus primeras citas evaluarán aspectos como:
El estrés, la ansiedad, unos malos hábitos alimenticios y la ausencia de algunas vitaminas y minerales en el organismo son algunos de los factores más comunes causantes de la alopecia tanto en mujeres como hombres.
Si esta es tu situación, probablemente te estés planteando realizarte un implante, un procedimiento prácticamente indoloro que puede ofrecerte excelentes resultados siempre que te pongas en manos de los mejores profesionales. Además, debes saber que aunque se trata de una técnica ambulatoria y que te permite retomar tu rutina diaria casi por completo, es importante considerar unos cuidados y pasos previos al microinjeto capilar. Algunos de ellos son:
De acuerdo a tu caso y a los factores clínicos que hayan jugado un papel importante en el desarrollo de la alopecia, tu doctor podrá indicarte unos u otros cuidados más específicos que deberás procurar con el objetivo de no entorpecer los resultados de la operación.
Es una intervención en una zona despoblada de cabello que será trasplantada con pelo del propio paciente. Con ello se logra crear un nuevo folículo piloso capaz de generar pelo nuevo.
Técnica FUE: utilizando “punchs” metálicos de apenas 1 milímetro de diámetro, el doctor extraerá de forma individual cada unidad folicular que será implantada en la zona donante. Es un procedimiento que se realiza bajo anestesia local y es completamente ambulatorio permitiendo que el paciente pueda reincorporarse a su día a día sin mayores dificultades. Entre sus principales ventajas destacan:
Como todo procedimiento quirúrgico, también presenta una serie de desventajas toda vez que los injertos extraídos con la técnica FUE suelen ser muchos más sensibles al ambiente y a la manipulación.
En cuando a la técnica FUSS, se trata de una extracción de unidades foliculares a través de una tira de cuero cabelludo de la región posterior de la cabeza que puede llegar a medir hasta unos 20 centímetros de longitud, dejando una herida que se suturará posteriormente. Utilizando un microscopio se obtienen las unidades foliculares que se trasplantaran en la zona afectada por la calvicie.
Entre sus principales ventajas se puede decir que con esta técnica se puede lograr cubrir amplias zonas dada la importante cantidad de unidades foliculares que se extraen en una sola sesión. A su vez destaca por:
Si hablamos de “desventajas”, entonces vale la pena mencionar que el postoperatorio puede resultar un poco incómodo para al paciente, logrando recuperarse en un plazo muy corto de 48 a 72 horas. No obstante, una de las cuestiones que más llama la atención del paciente al momento de evaluar ambas opciones, es la cicatriz lineal, muy fina y apenas perceptible, que puede quedar en la mayoría de los pacientes.
En un paciente con el tipo más común de pérdida permanente de cabello, solo puede verse afectada la parte superior de la cabeza, por lo que con un trasplante capilar es posible sacar el máximo provecho a los pelos de las zonas más pobladas y así lograr recuperar con éxito las áreas atacadas por la alopecia. Entre otras ventajas de este procedimiento quirúrgico destacan:
Uno de las cuestiones que suele plantearse el paciente antes de someterse a un implante capilar es el proceso de recuperación. No obstante, cabe destacar que mucho dependerá de la técnica elegida por el doctor considerando las expectativas, historial médico y necesidades del paciente. Por ejemplo, una persona que se realice un trasplante capilar con la técnica FUSS podría incorporarse a su rutina hasta después de unas 72 horas y podría sentir un dolor más intenso pero siempre tolerable, como lo mencionan profesionales.
Por otro lado, con la aplicación de la técnica FUE el paciente puede retomar su rutina casi de forma inmediata, siempre bajo las indicaciones del médico y unos cuidados fundamentales que requerirán de un cumplimiento riguroso y serio, como por ejemplo evitar la exposición al sol, suspender la actividad física por un período que considere el médico, evitar el uso de cualquier champú que no sea neutro y evitar el contacto con el agua de la piscina o el mar.
Pasado el primer mes, los pelos injertados comenzarán a caerse de forma natural para volver a crecer aproximadamente durante el tercer mes. A partir de ese momento, el tratamiento sigue provocando efectos positivos sobre el desarrollo del folículo permitiendo que el paciente alcance mejorías en su estética considerablemente visibles a partir del sexto mes. Cabe destacar que cada paciente puede responder al tratamiento de una forma diferente y a ritmos de tiempo distintos.
La evolución de las técnicas hoy día permiten a los pacientes lograr un aspecto muy natural sin dejar cicatrices significativas. No obstante, tal como lo explican profesionales, el riesgo de una cicatriz dependerá de la técnica elegida por el paciente y el médico.
Por otro lado, el éxito del proceso de cicatrización dependerá en gran medida del cuidado que tenga el paciente durante las primeras semanas posteriores al tratamiento. De ese modo, es vital que sigas todas las recomendaciones de tu doctor, que pueden implicar la colocación de un suero fisiológico, y por supuesto evitar rascarte o quitarte la costra que se irá generando hasta desprenderse por sí sola.
Indistintamente de la técnica, el implante capilar es un procedimiento muy seguro, y al ser mínimamente invasivo no supone ningún riesgo o complicación para el paciente. No obstante, tras la cirugía el paciente podría presentar cierto enrojecimiento en las zonas trabajadas y alguna inflamación en la zona donante y/o repoblada producto de la propia intervención que desaparecerá al cabo de los días.
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