Mesobotox ¿Alguna vez lo has usado?
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Los años no pasan en vano, nuestra piel refleja que cada vez somos más mayores. En el caso del rostro la situación es más evidente, ya que los temidos surcos, o lo que es igual, arrugas y líneas de expresión, pueden hacer que nuestro aspecto se vea más envejecido de lo que en realidad es. Esto ha motivado a la aparición de infinidades de tratamientos estéticos.
Para nuestra buena suerte, en la actualidad encontramos un sin número de técnicas y tratamientos de belleza que ayudan a atenuar las arrugas y consiguen resultados bastante sorprendentes. Sin embargo, se ha popularizado un nuevo tratamiento aprobado a nivel mundial, el cual se basa en la combinación de dos técnicas reconocidas y efectivas: la mesoterapia y el botox.
Como todos sabemos, la toxina botulínica, mejor conocida como Botox, fue el primer tratamiento que revolucionó el mundo de la estética para combatir las arrugas, dejando la piel tersa y rellena por medio de inyecciones. Gracias a su efectividad, el procedimiento se ha convertido en uno de los más reconocidos entre los pacientes, sobre todo en aquellos que buscan un aspecto más joven sin necesidad de cirugía.
Por otra parte, la mesoterapia es una técnica que se aplica en la dermis por medio de microinyecciones y tiene fines netamente estéticos de diferentes categorías.
¿Qué es el Mesobotox?
El nuevo tratamiento revolucionario del que hablamos al principio es llamado Mesobotox, proviene de Francia, cuenta con un concepto diferente y rompedor, es lo último en cuanto a rejuvenecimiento, eliminación de arrugas y líneas de expresión se refiere.
El Mesobotox consiste en mezclar la toxina botulínica con otras sustancias como ácido hialurónico, vitaminas, aminoácidos, etc., inyectar dicha mezcla en la dermis para que el músculo se relaje y consiga el estiramiento de la piel y la eliminación de las arrugas.
La aplicación de dicha mezcla se hace en pequeñas cantidades usando la técnica de la mesoterapia.
De acuerdo a cada paciente, la mezcla de las anteriores sustancias mencionadas puede variar, por lo cual se puede decir que su aplicación es "a la carta", debido a que se ajusta a cada piel en particular y a sus diferentes necesidades.
Un tratamiento con muchas ventajas
El Mesobotox permite que la piel se conserve con un alto nivel de elasticidad y actúa de manera suave y no tóxica.
La alternativa no invasiva del Mesobotox consigue un resultado muy natural y además es supremamente eficaz en las pieles con poros dilatados, las pieles grasas en la zona T y las cuales han presentado acné anteriormente, logran cerrar los poros y lucir una apariencia de piel lisa.
El Mesobotox es bastante preciso, por lo cual necesita el estudio del rostro de un profesional experto, quien determinará las zonas a inyectar, la composición a utilizar y la disolución de las sustancias. De esta manera podemos resaltar que el Mesobotox es un tratamiento personalizado que brinda versatilidad al profesional para la utilización en las diferentes situaciones.
Lo que destaca al mesobotox en comparación con el botox como tal, es que el rostro no pierde su elasticidad, su movimiento sigue siendo natural, relajado y fresco, además de que puede ser utilizado en las siguientes zonas:
- Líneas de Expresión, las cuales aparecen alrededor de los ojos y en la frente.
- Arrugas nasogenianas, formadas por la sobreexposición de la piel a los radicales libres del sol.
- Escote y cuello, zonas ignoradas en las rutinas de cuidado facial.
- Flacidez en el perfil mandibular.
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¿Qué hace que el mesobotox sea tan especial?
Comencemos por lo más básico, estamos en presencia de un procedimiento poco invasivo, es decir, no requiere del ingreso a quirófano, tampoco de anestesia, por lo que sus riesgos son muy bajos. En el peor de los casos, si se busca limitar las molestias del paciente al máximo, el médico puede aplicar una crema anestésica.
Los resultados se perciben a corto plazo. Una vez terminada la primera sesión, el rostro puede tener un aspecto inflamado y hasta un poco rojizo. Pero no hay de qué alarmarse, este efecto no dura más que unas pocas horas, para luego pasar a tener un aspecto más juvenil. Aunque los resultados se verán de forma más detallada con el paso de los días, una vez se haya bajado la inflamación, el paciente podrá notar que su rostro se percibe más reluciente y elástico.
Los resultados finales se verán transcurridos de 7 a 10 días desde su aplicación y, por lo general, se requieren 4 sesiones, cada 15 días para estabilizar el efecto.
Este es un tratamiento muy efectivo que puede ser aplicado a casi cualquier tipo de paciente, tanto hombres como mujeres. Lo mejor de todo, es que no es necesario tener una edad muy avanzada para proceder a realizarlo, por el contrario, cuando se tengan los primeros indicios de vejez, el paciente se puede aplicar el tratamiento como medida preventiva. Siempre y cuando se tenga autorización por parte del médico especialista.
Por último, pero no menos importante, debido a su precisión y los riesgos que puede ocasionar una mala práctica, no está de más decir que este tipo de procedimiento solamente puede ser aplicado por un médico especialista, o lo que es igual, un cirujano plástico o un médico estético.
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