El drenaje linfático después de la abdominoplastia
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La abdominoplastia es una de las cirugías plásticas más solicitadas en el mercado, gracias al efecto tonificador y atlético que genera en el cuerpo. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que su recuperación puede ser un poco engorrosa, por lo que es necesario de tratamientos no invasivos para estimular la recuperación corporal, como es el caso del drenaje linfático.
El drenaje linfático es un tratamiento que ayuda al organismo a depurarse, eliminando las toxinas y líquidos. Se basa sobre el sistema linfático, de ahí su nombre, y lo que hace es drenar el plasma sobrante por medio de diferentes procesos celulares, actuando como filtro para eliminar los residuos que perjudican al organismo.
El sistema linfático es una red de órganos, ganglios, conductos y vasos que transportan la linfa desde el tejido hasta el torrente sanguíneo, por lo cual es una parte principal del sistema inmunitario.
¿Cuál es el objetivo del drenaje linfático?
El objetivo de este tratamiento es contribuir a que el organismo se proteja mejor y depure toxinas de manera efectiva y natural. Es una terapia que ofrece un abanico de posibilidades para beneficiar la salud y la estética, las cuales pueden ir siempre de la mano.
Tras una cirugía estética de Liposucción o Abdominoplastia, es fundamental el uso de una faja compresiva, mínimo por tres semanas, en la zona donde se haya realizado la intervención. Esta faja reduce la inflamación, favorece la correcta postura y recuperación muscular; a su vez, compacta los tejidos de la piel.
Para completar el resultado de la cirugía estética los cirujanos recomiendan cada vez más el tratamiento manual de drenaje linfático (MLD o Drenaje Linfático Manual).
Ventajas del tratamiento
Este procedimiento facilita el drenaje de fluidos linfáticos, previene el edema, la inflamación y la posible fibrosis (endurecimiento permanente de la piel), al igual que evita otros pequeños problemas que pueden surgir en el postoperatorio (aparición de moretones).
Debemos tener en cuenta que durante la cirugía, el cuerpo es sometido a la inyección de líquido, sobre todo anestesia, la cual se concentra en el cuerpo durante mucho tiempo y puede estimular la generación de los problemas ya mencionados. De ahí la importancia del drenaje, ayuda a reducir todo el líquido que el cuerpo mantiene retenidos.
Descubre en este enlace la importancia de los masajes luego de una cirugía plástica.
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El procedimiento
Se trata de un tratamiento basado en el conocimiento de la anatomía y la función del sistema linfático de cada paciente, puede acompañarse de un dispositivo ultrasónico para mejorar el resultado.
La duración de cada sesión oscila entre los 30 y 40 minutos, no es necesario hacerlo diariamente, pero si se recomienda un día de por medio (3 o 4 masajes por semana, durante el primer periodo del postoperatorio).
El número de sesiones varía dependiendo de la intervención quirúrgica, así que si el paciente se está recuperando de una abdominoplastia, las sesiones recomendadas oscilan entre 10 y 12, con el fin de eliminar la mayor cantidad de grasa posible y evitar la generación de edemas en la piel.
El drenaje linfático se debe practicar por personal cualificado, no causa ningún efecto secundario, aunque, desgraciadamente, por razones médicas y estéticas, no está recomendado para todo el mundo.
El médico especialista determinará cada caso y sus contraindicaciones, por ejemplo, no se recomienda en aquellos pacientes que sufren de hipertensión o hipotensión, asma bronquial, infecciones graves flebitis, trombosis, insuficiencia cardiaca, sin contar aquellos que atraviesan por procesos de cáncer, enfermedades de la piel y/o descompensaciones de la glándula tiroidea, entre otras.
¿Un masaje solo para abdominoplastia?
Debido a las ventajas ya mencionadas, el drenaje linfático se ha convertido en un procedimiento muy popular, ya que puede ser aplicado en diferentes circunstancias.
- Como apoyo a las mujeres embarazadas. Estas son las que más problemas de retención de líquido pueden tener, sobre todo en la zona de las piernas. El drenaje linfático ha demostrado ser de gran ayuda en su proceso para liberar las arterias y garantizar que los líquidos circulen de forma natural.
- Luego de una cirugía plástica. En la recuperación de cualquier cirugía plástica, independientemente de su objetivo y del lugar en donde se lleve a cabo, el drenaje linfático se ha convertido en una norma para garantizar que el postoperatorio sea lo más corto posible.
- Para personas con problemas de circulación. Hay personas que debido a su edad, la tensión en sus piernas o al hecho de que pasan mucho tiempo de pie, pueden desarrollar problemas circulatorios, que a la larga generan dolor y dificultad para realizar actividades diarias. Aunque el drenaje no va a solventar el problema de raíz, si es un apoyo para reducir el dolor y la tensión múscular.
- Como tratamiento estético. Si dejamos de lado la parte médica y no centramos en lo estéticos, podremos validar que el drenaje linfático es de ayuda para combatir la celulitis, las estrías y cualquier otro problema estético de la piel. Debido a su poca invasividad, algunos especialistas usan el drenaje como un complemento de otro procedimiento estético, como puede ser el caso de la mesoterapia.
- Para personas con problema de estrés. Aunque su objetivo principal no es la relajación, se ha demostrado que el masaje linfático es de gran ayuda para personas que tienen problemas de migraña, ansiedad, vértigo o acumulación de estrés.
¿Te gustaría saber más sobre los beneficios del drenaje linfático? Entonces te invitamos a que le eches un vistazo a las historias de personas que han practicado el tratamiento en nuestra sección de experiencias. 🧖♀️👨⚕️
