¿Son importantes los masajes después de una cirugía estética?
Ante cualquier cirugía, tanto estético como funcional, se produce una inflamación secundaria en la zona tratada, por lo que es necesario de un método que ayude a la reducción de dicho problema, como es el caso del drenaje linfático, un masaje específico y suave que facilita y acelera la desaparición del líquido acumulado en los tejidos.
El drenaje linfático proporciona una mayor efectividad para una exitosa recuperación, consiguiendo resultados altamente satisfactorios.
Cuando optamos por una cirugía estética, lo primero que pensamos es en conseguir los mejores resultados y resolver el problema estético que nos afecta a nivel físico y psicológico. Sin embargo, los resultados finales no dependen solamente de la intervención del cirujano, sino de la forma como llevemos a cabo el postoperatorio. Está claro que un mal postoperatorio, puede empeorar los resultados, ocasionandonos muchas inconformidades y desánimo.
¿Qué es el drenaje linfático?
El nombre de drenaje linfático deriva del sistema linfático, siendo una pieza primordial en el ser humano, debido al complemento que hace en el trabajo del sistema circulatorio e inmunológico. El sistema linfático es el que se encarga de drenar el plasma sobrante después de diversos procesos celulares, actuando como filtro para la eliminación de los residuos que no son buenos para el organismo.
El principal objetivo del drenaje linfático es proteger al organismo y eliminar de manera efectiva los desechos que origina de manera natural. Por lo cual, ayuda a la depuración del organismo de una manera correcta y adecuada.
El drenaje linfático en el postoperatorio
Después de una cirugía, el médico da ciertas indicaciones al paciente, las cuales se deben llevar a cabo al pie de la letra para acelerar el proceso de recuperación y disminuir posibles problemas o efectos secundarios. Un buen postoperatorio determina en gran parte el resultado final del nuevo aspecto del paciente.
Dentro de las indicaciones que proporciona el médico y como cuidado esencial de un postoperatorio está el drenaje linfático, proporcionando una mayor efectividad en la recuperación, el éxito de la cirugía y resultados altamente satisfactorios.
Mediante un masaje específico conseguimos que nuestro cuerpo se reponga mejor y más rápido, de modo que los masajes son cruciales para lograr los objetivos planteados.
Teniendo en cuenta que una cirugía es una agresión contra el cuerpo y que en el momento de realizar una incisión se rompe el equilibrio natural. El mecanismo de defensa del organismo produce una inflamación que destruye los posibles agentes dañinos y recupera los tejidos conectivos. Por esta razón, la aparición de edemas postquirúrgicos son algo muy normal, ya que es la respuesta del organismo para protegerse.
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Beneficios de los masajes
De acuerdo a lo comentado anteriormente, una de las grandes ventajas de los masajes después de una intervención quirúrgica, es la estimulación del sistema linfático para lograr la eliminación de edemas de manera fácil y rápida.
Con el masaje el paciente estará más fortalecido y conseguirá una mejor recuperación, así como los siguientes beneficios:
- Mejor cicatrización de la piel.
- Reducción del tiempo de cicatrización.
- Eliminación de los restos de la anestesia, suero y medicación aplicada durante la cirugía.
- Reducción del dolor.
- Rápida eliminación de hematomas.
- Disminución rápida de la inflamación.
- Mayor hidratación en la piel y en los tejidos.
- Mejor funcionamiento del sistema circulatorio.
¿Es efectivo el drenaje linfático?
Vamos a partir de la base de que el drenaje linfático es una técnica que se realiza con las manos, mediante movimientos muy suaves, lentos y repetitivos, ayudan a mejorar la circulación de la linfa, los cuadros de edemas, las inflamaciones y retención de líquidos orgánicos, mejora de manera significativa el estado de salud, reforzando el sistema inmunológico.
Una buena sesión de drenaje linfático tiene una duración de aproximadamente una hora, en donde, por medio de masajes extremadamente lentos y repetitivos, se debe seguir siempre la dirección de los conductos linfáticos.
Es importante acudir a un especialista con titulación para acudir a éste tipo de masajes, ya que su éxito depende de la destreza del profesional, la intuición y su precisión en cuanto a presión y ritmo.
También encontramos el drenaje linfático asistido, el cual se caracteriza por la estimulación de la zona por medio de aparatos utilizados para la presoterapia o los ultrasonidos.
No obstante, si el paciente quiere acudir al drenaje linfático asistido, es necesario esperar un poco más de tiempo que el drenaje linfático manual, además, se deberán realizar un número más elevado de sesiones para conseguir una mejora efectividad.
En el drenaje linfático manual se estimula la zona mediante masajes manuales y se pueden llevar a cabo a partir de la semana siguiente de la cirugía para evitar, de esta manera, la incorrecta producción del nuevo tejido conectivo, vasos sanguíneos y linfáticos.
El número de sesiones varía de acuerdo al tipo de cirugía y de la evolución del paciente. Esto lo valorará con mayor exactitud y precisión el especialista o profesional adecuado.
Es importante resaltar que para conseguir un éxito total del tratamiento de drenaje linfático, el paciente debe llevar una alimentación variada y equilibrada, al igual que evitar el consumo de tabaco, alcohol y bebidas estimulantes.
No obstante, no todos los médicos recomiendan el drenaje linfático, ya que es desaconsejable en algunas situaciones. Aunque sean muchos los beneficios que aportan estos masajes después de una intervención quirúrgica, en algunos casos el cirujano aconsejará o no la incorporación del tratamiento en el postoperatorio.
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