Existen barbillas de todo tipo; cuadradas, alargadas, redondas, con o sin hoyuelo, peludas, sin barba, adelantadas, retrasadas… Pero cuando se trata de dismorfosis del mentón, podemos clasificar las principales anomalías óseas en tres categorías:
Dismorfosis sagital
En esta categoría hablamos de dos casos de anomalías vistas desde el perfil horizontalmente:
Dismorfosis vertical
Esta anomalía define el tamaño anormal de la barbilla verticalmente. Podemos hablar de dos casos:
La dismorfosis transversa
El maxilar es demasiado estrecho o demasiado ancho, la molestia es a nivel de la mandíbula y a nivel dental.
La cirugía estética del mentón es la genioplastia. Es importante saber que sólo un cirujano plástico o un cirujano especialista en cirugía maxilofacial podrán resolver las dudas que puedas tener, y encontrar la mejor solución para tu caso.
También llamada mentoplastia, esta cirugía mejora la forma de la barbilla y armoniza el rostro. Dependiendo de los objetivos del paciente, son posibles varias técnicas. Esta cirugía se puede asociar a la cirugía mandibular pero también a la rinoplastia; hablamos entonces de una perfiloplastia.
Si el motivo de la operación es mejorar una barbilla hundida o corta, existen tres posibles técnicas:
Si el motivo de la operación es mejorar una barbilla adelantada o hacia fuera, existen dos técnicas posibles:
La mentoplastia se realiza bajo anestesia general y la hospitalización dura uno o dos días. La cirugía generalmente se realiza por el interior de la boca, por lo que las cicatrices no son visibles. Los resultados se aprecian realmente al tercer mes de postoperatorio, aunque el paciente ya tendrá una idea del resultado final tras la operación.
Genioplastia médica
Otra técnica no invasiva que se puede realizar en caso de barbilla hundida es la genioplastia médica. Esta técnica permite remodelar y dar volumen para armonizar el rostro gracias a las inyecciones de ácido hialurónico. Si la barbilla hundida no es demasiado pronunciada, las inyecciones de relleno son una solución indolora, rápida y eficaz. El cirujano inyecta el producto en las zonas elegidas para equilibrar los volúmenes del rostro. La genioplastia por inyección no es definitiva, al ser el ácido hialurónico una molécula reabsorbible, los resultados pueden durar entre 6 y 18 meses. El procedimiento se puede repetir una vez el efecto voluminizador haya desaparecido.