Todos deseamos tener una nariz armoniosa y simétrica en relación a nuestro rostro, pero no siempre es así. Con la edad, la nariz tiende a aumentar de tamaño y proyectarse aún más hacia abajo, acentuando aún más la punta de la nariz que no está hacia arriba. Hoy en día tenemos a nuestra disposición varios tratamientos para la punta de la nariz caída que se diferencian por su tipo de acción y su invasividad.
Las causas de la punta de la nariz caída son muchas, desde causas congénitas hasta traumáticas.
Hablamos de causas congénitas cuando, desde el nacimiento, el tabique nasal está malformado y por tanto no proporciona un soporte adecuado a la punta de la nariz, que aparecerá caída y proyectada hacia abajo.
Con la edad, la nariz tiende a aumentar de tamaño y proyectarse aún más hacia abajo, acentuando aún más la punta de la nariz que no está hacia arriba.
Otra causa se puede encontrar en eventos traumáticos, como un accidente en el que se fractura el tabique nasal. O, en algunos casos, tras una rinoplastia fallida, se modifica la punta de la nariz, dando un resultado que no se corresponde con los gustos o expectativas del paciente. En este caso, es recomendable realizar una rinoplastia secundaria para corregir la punta caída de la nariz previamente operada.
La respuesta es sí. Existen diferentes soluciones para intervenir la punta de la nariz y modificar su forma y dirección, soluciones que pueden ser tanto quirúrgicas como no quirúrgicas. Y esta es una buena noticia, porque además de ser una imperfección estética, también puede generar dificultades respiratorias debido al ángulo que se crea con el labio y que limita el paso del aire.
Lo ideal es que el ángulo entre la base de la nariz y el labio sea alrededor de 100 grados (ángulo obtuso) en las mujeres, y en hombres alrededor de 90 grados (ángulo recto). En los casos en que las medidas del ángulo son más bajas, hablamos de una punta descendente o caída.
Además, este tipo de conformación de la punta de la nariz hace que la nariz parezca más larga y desproporcionada con respecto a la cara.
Los remedios que ofrece la medicina y la cirugía estética para corregir y modificar la punta de la nariz pueden ser más o menos invasivos, pero la intervención más adecuada para cada caso se establece con el especialista en función de las características de la nariz a operar.
La rinomodelación, es un tratamiento excelente, no invasivo y muy rápido. La intervención se realiza de forma ambulatoria, mediante inyecciones de ácido hialurónico tanto en la base de la columela para aumentar el ángulo entre la nariz y el labio como en la zona entre la parte superior de la nariz y la punta. Este tratamiento en particular no es recomendable para aquellas personas con punta de nariz ancha y piel gruesa (en estos casos es preciso optar por la rinoplastia clásica). Los resultados serán inmediatamente visibles y la duración es de aproximadamente 1 año, después del cual se puede repetir el tratamiento.
Este procedimiento es mínimamente invasivo y es adecuado para la corrección de la punta de la nariz caída. Consiste en realizar una incisión muy pequeña (de unos 2 mm), necesaria para el paso de una aguja de dos puntas a la que se une una sutura reabsorbible. La aguja se utiliza para acercarse a las capas profundas del músculo procerus, donde se ancla un extremo del hilo. Luego la aguja hace un giro de 180 grados para continuar su camino hacia los cartílagos del ala, la punta y de regreso al procerus donde se unirá el otro extremo del hilo y la aguja saldrá por la incisión la cual será sellada con una sutura. Luego, se aplicará un vendaje en la nariz para mantener la nariz sobrecorregida durante unas 2 semanas. Al final de las 2 semanas se evaluarán los resultados obtenidos y, si es necesario, se podrán realizar algunos retoques con ácido hialurónico.
La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico ideal para la corrección de la punta de la nariz. Se realiza con anestesia general y se puede abordar mediante dos técnicas diferentes:
Después de la operación de rinoplastia, la punta aparecerá roja e hinchada y los resultados serán evidentes después de retirar el yeso, aunque el resultado final no se podrá ver hasta después de varios meses.