Hablemos sobre la blefaroplastia
La blefaroplastia es la cirugía para rejuvenecer la mirada.
Con el paso de los años y el efecto de la gravedad, sumado a factores como la exposición solar, la deshidratación de los tejidos y el efecto de la gravedad, los párpados superiores e inferiores presentan flacidez, se evidencian bolsas que se ven como abultamientos debajo de la piel, aparecen arrugas y descienden los tejidos de la parte media de la cara.
No hay una edad "adecuada" para hacer la cirugía, pues por factores hereditarios estos cambios se pueden notar en pacientes muy jóvenes, o pueden aparecer en pacientes de mayor edad. En mi opinión, la edad precisa para hacer este procedimiento es a la que aparecen estos signos que la indican. La elección adecuada de los pacientes, la técnica a realizar y los tejidos que se manejarán en el procedimiento se definen en la consulta médica de valoración.
La valoración médica es primordial durante cualquier acto médico. Es obligatoria y en ella conocemos a nuestros pacientes, permitimos que ellos nos conozcan y es el primer paso en la relación médico-paciente, fundamental en el acto médico. En esta valoración diligenciamos la historia clínica, documento médico legal de realización obligatoria por ley y en el cual el médico escucha el motivo de consulta y las expectativas del paciente sobre los cambios estéticos y funcionales que busca. Preguntamos sobre los antecedentes médicos, si ha tenido alguna enfermedad, le han realizado procedimientos quirúrgicos, tiene alergias conocidas, antecedentes familiares y consumo actual o previo de medicamentos o suplementos.
Realizamos un examen físico general y específico de la región peri orbitaria, donde detallamos las características de la piel, sin hay flacidez o exceso de la misma, sus condiciones de hidratación y pigmentación, la presencia de bolsas grasas, el estado de los músculos que rodean los ojos, el descenso de los tejidos por la gravedad y otras características que nos permiten emitir un diagnóstico y proponer un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico para el manejo de dicha región.
Si decidimos hacer una blefaroplastia, esta cirugía se puede realizar bajo anestesia general o anestesia local con sedación. Personalmente, no recomiendo su realización bajo anestesia local únicamente, pues la manipulación de las bolsas grasas puede ser molesta y dolorosa para el paciente, y su reacción al dolor puede causar sangrado excesivo al esperado en el procedimiento. Siempre opero a mis pacientes en un quirófano en una clínica habilitada para la realización de cirugías y con todos los recursos humanos, tecnológicos, de infraestructura y farmacológicos, no solo para la práctica de la cirugía, sino para el manejo de cualquier situación o complicación que se pueda presentar. El procedimiento dura de una hora y media a dos horas según la complejidad de lo que realicemos.
Las heridas se ubican en el párpado superior y debajo de las pestañas del párpado inferior, con la posibilidad de extenderse un poco hacia la región externa del ojo si hay mucha piel sobrante en esta ubicación. Estas cicatrices inicialmente se ven rojas, luego van tornándose moradas y después de cuatro a seis meses en la mayoría de los pacientes, se vuelven pálidas y prácticamente imperceptibles.
Después de realizada la cirugía, habrá durante unos días morados e inflamación en la región alrededor de los ojos y en las mejillas, los cuales se resuelven en cuestión de 5 a 10 días. Este procedimiento no es doloroso. Los puntos de sutura que se dejan se retiran hacia el séptimo día en el consultorio. Siempre le recomiendo a mis pacientes aplicar agua de caléndula helada en compresas durante los primeros días y tomar los medicamentos formulados al salir de la clínica, entre los cuales se encuentra antibiótico para prevenir cualquier infección, anti inflamatorio, analgésicos y gotas lubricantes para los ojos. Se indica evitar el uso de pantallas y la lectura durante los primeros dos días después de realizado el procedimiento, para permitir que los tejidos se desinflamen y los ojos descansen para que la recuperación sea más rápida. Es muy importante el uso de gafas oscuras al salir al aire libre pues los ojos quedan más sensibles de lo normal a la luz, el viento y factores que pueden resecar los ojos como el aire acondicionado, el viento y la contaminación ambiental.
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la blefaroplastia tiene riesgos inherentes al mismo. Estos riesgos, aunque poco frecuentes, incluyen el sangrado, los hematomas o morados, la infección, las cicatrices engrosadas que mejoran con el tiempo y en muy raras ocasiones, lesiones de la piel o alteraciones visuales que son muy poco frecuentes y relacionadas por lo general, con sangrado no controlado durante el procedimiento. Es de primordial importancia asistir a los controles postoperatorios y tener una comunicación directa, sin intermediarios, permanente y fluida con tu cirujano en el postoperatorio.
Los resultados definitivos se evidencian después del sexto al octavo mes en la mayoría de los pacientes y su duración es de unos 12 a 15 años.
Si deseas más información o estás interesado en hacerte este procedimiento, no dudes en contactarme para resolver tus dudas y orientarte al respecto. Estoy a tus órdenes.