Ultrasonidos para mejorar la piel y reducir la grasa localizada
El mundo de la estética se caracteriza por ser muy amplio, cada día aparece un nuevo tratamiento que promete mejorar el aspecto del cuerpo, sin necesidad de que el paciente sea sometido a un trauma que pueda debilitar la piel o el organismo. Un ejemplo de esto son los tratamientos en donde se utiliza la tecnología del ultrasonido.
Los ultrasonidos no son percibidos por el oído humano ya que su frecuencia supera el umbral de los 20kHz. Estas ondas sonoras se pueden propagar a través del aire, el agua y otros líquidos y sólidos, sin embargo, son los ambientes húmedos los más favorables para su expansión. Al igual que otras ondas, el ultrasonido pueden ser absorbidos o transmitidos según las características del obstáculo con el que se encuentran y, la profundidad a la que pueden penetrar depende de la amplitud de onda y la frecuencia utilizadas, es decir, entre más bajas estas variables, mayor profundidad alcanzará la onda.
Por estas características, el ultrasonido ha venido ganando terreno en el campo de la medicina estética, ya que permite la reducción de la grasa localizada y el tratamiento de la celulitis o piel de naranja, entre otros. La acción del ultrasonido se basa en tres principios:
- Acción térmica: al interior de los tejidos la energía liberada por los ultrasonidos se convierte en calor y ayuda a mejorar la microcirculación y el drenaje de líquidos.
- Acción mecánica: las ondas sonoras producen vibraciones en los tejidos lo que provoca micromasajes en las zonas tratadas.
- Sonoroforesis: los ultrasonidos transmiten varios principios activos bajo la piel, lo que mejora la permeabilidad de la estructura de los tejidos.
En la actualidad se emplean dos frecuencias principalmente: 1 Mhz y 3 Mhz. Esta última alcanza la capa más superficial de la piel llamada epidermis, mientras que la de 1 Mhz penetra más profundamente, alcanzando el tejido conectivo. Debido a diversos estudios, se ha podido determinar la combinación adecuada entre profundidad e intensidad para que el tratamiento con ultrasonido carezca de efectos secundarios y se pueda adecuar al uso estético.
¿Es eficaz el ultrasonido en la piel?
Como se mencionó anteriormente, la acción térmica de las ondas sobre el tejido mejora la circulación sanguínea y con ello se eleva la actividad metabólica, favoreciendo la regeneración celular. Ya que el ultrasonido también tiene una acción mecánica que genera el efecto micromasaje, esto estimula la desintoxicación y el drenaje linfático en los diferentes estratos de la piel. Al combinar estas dos acciones, el pH de la piel logra un nivel más alcalino, lo que propicia la producción de colágeno y elastina, y con ello se revitaliza la piel que recupera tono y firmeza.
La tercera acción del ultrasonido, la sonoforesis, permite la limpieza de los espacios intersticiales entre las células, lo que mejora la permeabilidad del tejido y permite transportar los principios activos a las capas más profundas de la piel.
De esta manera, los fármacos que elige el especialista para mejorar los resultados del tratamiento penetran profundamente a través de un proceso metabólico, consiguiendo una mayor duración en la regeneración, si se compara el ultrasonido con otros tratamientos.
De hecho, otras tecnologías no invasivas más conocidas como el láser o la radiofrecuencia, muchas veces no pueden asegurar una penetración profunda en las capas adiposas. Adicionalmente, la energía que producen se absorbe en grandes cantidades o se disipa en las capas superficiales de la piel.
El ultrasonido, por el contrario, llega al interior del tejido adiposo a través de las capas cutáneas, pero sin dañar la piel o los tejidos cercanos. Por ello, los dispositivos que se usan hoy en día, como el sistema Liposónix, superan los límites de algunas otras técnicas para el modelamiento del cuerpo usando energía de baja intensidad y frecuencia, ya que pueden llegar a depósitos de grasa subcutáneos y eliminarlos definitivamente.
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¿Cuáles son los riesgos y contraindicaciones del uso del ultrasonido?
El ultrasonido es un tratamiento seguro y no invasivo para eliminar la grasa localizada y la celulitis. Su uso no trae consigo los riesgos ni cuidados que demanda una cirugía estética corporal. Es más, propicia el estiramiento y tonificación de la piel, favoreciendo la pérdida de volumen.
No obstante a lo anterior, se pueden presentar efectos secundarios como el enrojecimiento de la zona tratada y la aparición de hematomas. Es posible que se produzcan la rotura de capilares, si el médico que realiza el procedimiento no cuenta con la preparación o experiencias suficientes.
Respecto a las contraindicaciones, el ultrasonido no debe ser usado en mujeres embarazadas o que estén en periodos de lactancia. No se recomienda tampoco para personas obesas o con sobrepeso porque si bien ayuda a la pérdida de peso y volumen, no elimina toda la grasa corporal.
Ante esta situación, el especialista recomendará otro tratamiento más apropiado que, en combinación con dieta y ejercicio, logre acabar con el sobrepeso u obesidad del paciente.
Para finalizar, se debe evitar el tratamiento con ultrasonido en personas con enfermedades autoinmunes o del tejido conectivo como artritis reumatoide, lupus, vasculitis, esclerodermia, etc., o que sufran o hayan sufrido cáncer.
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