¿En qué consiste la himenoplastia?
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La virginidad de la mujer actualmente sigue siendo considerada como un símbolo de pureza y honor en algunas culturas, donde, además, es inadmisible que las mujeres hayan tenido relaciones sexuales antes del matrimonio.
En estas culturas les exigen a las mujeres que demuestren su virginidad durante el primer encuentro sexual con su esposo, en el que se debe producir la ruptura del himen.
El himen es una membrana formada de tejido fibroso y elástico que se encuentra en la entrada de la vagina. En algunos casos el himen es tan elástico que puede mantenerse intacto en mujeres que mantienen relaciones sexuales con frecuencia. Sin embargo, esto suele suceder pocas veces. Por lo general, el himen se rompe con la primera penetración.
El himen también se puede romper durante un accidente o una caída. Es común que en las mujeres que hacen deportes como equitación, gimnasia o ciclismo se le rompa el himen por algún impacto durante la práctica de los mismos. También se puede romper al momento de introducir un tampón o en casos de menstruación muy abundante. Asimismo, hay casos en los que las mujeres nacen sin himen.
Aunque en la actualidad los científicos siguen discutiendo si el himen tiene una verdadera función biológica o si se trata de un vestigio evolutivo, hay varias culturas en las que esta parte del cuerpo tiene muchísima importancia hasta el punto de que aquellas mujeres que han sufrido una ruptura del himen o que no sangran durante la primera penetración tienen grabes problemas. Por todo ello la demanda de la himenoplastia ha crecido considerablemente en los últimos años.
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¿Qué es la himenoplastia?
La himenoplastia es una cirugía nace a fin de ayudar a aquellas mujeres que necesitan restaurar su virginid. Es un procedimiento que tiene como fin principal volver a restaurar el himen. La operación con el paso del tiempo se ha ido simplificando para ser lo menos invasiva posible.
¿Cómo se practica la cirugía?
Este procedimiento se practica, en la mayoría de los casos, con anestesia local y de manera ambulatoria. Existen diversas formas de realizarla.
En el caso de las mujeres que se le haya roto el himen en un plazo inferior a las tres semanas antes de la cirugía, el especialista lo que hace es recomponer esta parte del cuerpo a través de unas suturas. Pero si ha pasado más tiempo, el cirujano hace la reconstrucción utilizando otros tejidos membranosos de la vagina.
En ambos casos, las cicatrices que quedan de la intervención son casi imperceptibles y desaparecen con el paso del tiempo.
Hay diversas técnicas que se realizan para reconstruir esta membrana, la más sencilla es la que simplemente une los restos que quedan del himen. Pero la misma es recomendable practicarla poco antes de que se vayan a mantener relaciones sexuales, ya que esta reconstrucción es débil. Se aconseja realizarla entre tres días y una semana antes de la ceremonia nupcial.
Existen también otras intervenciones más complejas. Una de ellas trata de imitar el himen con un material biológico llamado Alloplant. Hay una técnica muy similar que consiste en crear una membrana en la que incluso se puede añadir una cápsula gelatinosa con una sustancia que imita la sangre.
La cirugía plástica vaginal es la técnica más compleja que hay hasta el momento, se trata de que el cirujano hace una incisión en la mucosa que recubre las paredes vaginales para unirla entre sí. Además de ser una cirugía más complicada que las anteriores, hay que esperar más tiempo que las demás para volver a mantener relaciones sexuales, puesto que es necesario que la herida se cure totalmente.
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Duración de la himenoplastia
La mayoría de estas cirugías son ambulatorias, razón por la cual no tardan mucho en practicarse. En función del tipo de himenoplastia que se realice la intervención se puede tardar entre 15 minutos y tres horas.
¿Quién puede realizarse este procedimiento?
Cualquier mujer puede practicarse la himenoplastia, ya que no tiene complicaciones importantes, sin embargo, se aconseja solicitar asesoramiento ginecológico para que el especialista explique detalladamente a la paciente sobre la cirugía y los posibles inconvenientes que se pueden presentar durante la operación.
También será necesario una exploración de la zona para poder aconsejar a la paciente más detalladamente sobre los resultados que obtendrá.
Posoperatorio de la himenoplastia
Después de una operación de ese tipo se recomienda guardar reposo durante dos días, aunque la paciente podrá caminar y sentarse sin ningún inconveniente.
Es normal que en los días sucesivos a la himenoplastia el sector tratado se encuentre inflamado, e incluso que haya pequeños sangrados.
Las suturas y puntos que se realicen son reabsorbibles, por lo que si alguno de ellos se salta no habrá mayor problema. Sin embargo, se aconseja extremar las precauciones a la hora de lavar la zona íntima para que no se salten los puntos.
En las siguientes semanas a la cirugía la paciente debe abstenerse de practicar deporte, a fin de evitar que los puntos se puedan saltar.
Al tratarse de una intervención tan sencilla, no es necesario cuidar excesivamente la zona ni tomar demasiadas precauciones. No obstante, es importante seguir las indicaciones dadas por el médico a fin de evitar que se produzcan daños o que aparezca alguna infección.
Motivos para practicarse una himenoplastia
Como ya lo indicamos anteriormente este tipo de cirugías surgieron por la necesidad de que algunas mujeres provenientes de determinadas culturas ocultaban que habían mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio. En los casos más extremos, tener o no himen en la noche de bodas puede suponer vivir o morir.
Al margen de estos casos, lo cierto es que la himenoplastia se está convirtiendo en una cirugía muy popular, la cual se practica en mujeres de contextos sociales distintos y por motivos personales muy diferentes.
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