Himenoplastia por presión social
La mentalidad de llegar virgen al matrimonio, teniendo un himen intacto la noche de bodas, puede ser un factor preocupante para muchas mujeres, pues algunas culturas las obligan a someterse a la inspección visual de las más mayores de la familia para confirmar la virginidad de la que se va a casar.
También en la actualidad encontramos casos de mujeres que les gustaría tener un nuevo himen por razones personales.
La sociedad, el trabajo, religión o la cultura son motivos por los cuales alguna mujeres pasan por el quirófano para someterse a una reconstrucción de himen o himenoplastia.
En muchas culturas las políticas morales de su religión o costumbres, obligan a las mujeres a este tipo de intervención quirúrgica con el fin de evitar escándalos, repudios o incluso expulsiones de su comunidad.
La cultura musulmana y la etnia gitana son una muestra clara de que la perdida de la virginidad supone un gran agravio para el marido e incluso puede peligrar la integridad de una mujer, por lo cual lo correcto y adecuado en dichas culturas es llegar virgen al matrimonio.
La himenoplastia es la intervención quirúrgica que reconstruye el himen, consiguiendo nuevamente la virginidad, no obstante la rotura de dicho tejido se debe siempre a haber mantenido relaciones sexuales con penetración, muchas veces la practica de algún deporte puede ocasionar la rotura de esta membrana.
Muchas mujeres también nacen sin la membrana del himen, así que al llegar a la edad adulta deben pasar por el quirófano indiscutiblemente.
No sobra aclarar que el himen es una membrana que cubre parcialmente la abertura de la vagina, exactamente de la uretra hacia el interior.
Es un tejido delgado y arrugado, de color rosado, en forma de media luna, generalmente, sin embargo encontramos los siguientes tipos de himen:
- Himen imperforado, el cual cubre completamente la abertura vaginal
- Himen microperforar, el cual solo tiene una abertura muy pequeña
- Himen septadas, el cual es un tejido grueso que cubre la abertura vaginal
Hoy en día el himen no dice nada sobre la virginidad, pues muchas veces se rompe por insertar un tampón, montar bicicleta, montar a caballo, hacer gimnasia, etc.
Sea cual sea el motivo, tener un himen restaurado hoy en día es posible gracias a la cirugía de Himenoplastia, de la cual hay tres tipos:
Reparación del himen original: solamente es posible si aun hay restos, por lo cual solo se realiza poco después de la rotura del himen.
Reparación del himen a corto plazo: es una cirugía que puede ser cosmética o funcional; si es cosmética no es natural, por lo cual la sangre es artificial que se incluye dentro de su tejido para crear la ilusión de sangrado.
Himenoplastia a largo plazo: el procedimiento es mas invasivo y crea un nuevo himen de la mucosa vaginal, necesita unos meses de curación y los resultados son bastante naturales.
Posteriormente a la intervención de reconstrucción de himen se aconseja abstenerse a la actividad física durante un periodo de tiempo, así como seguir las instrucciones del especialista, para evitar dañar el proceso de cicatrización.
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