Biopolímeros: la grasa propia puede ser una solución
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Para muchas personas la belleza y juventud es un factor importante que muchas veces las obliga a acudir a tratamientos con sustancias nocivas para el organismo, los cuales pueden ser rechazadas o presentar serias complicaciones. Un ejemplo de ello, que se ha convertido en noticia internacional, es la inyección de biopolímeros.
Los biopolímeros es el nombre que recibe la silicona líquida usada para la fabricación de implantes corporales. Así como lo lees, es un compuesto industrial que ha día de hoy sigue siendo usado para producir implantes mamarios, glúteos, entre otros.
Durante su apogeo, el tratamiento se inyectaba en cualquier parte del cuerpo, aunque se le daba más énfasis en zonas como los pómulos, entre cejas, labios, senos, pantorrillas, abdomen y glúteos. Es decir, se usaba como cualquier otro relleno corporal.
Sin embargo, con el pasar de los años, las personas que se habían sometido a este tipo de procedimiento comenzaron a desarrollar afecciones de salud que pusieron en riesgo su buena imagen, pero también su condición médica, llegando a haber casos en donde las personas fallecían, debido a la mala aplicación del procedimiento.
Hoy en día los biopolímeros son considerados como un problema de salud pública, pues se inyectan de manera clandestina, consiguiendo en muchos casos deformidades corporales y altas amenazas que ponen en riesgo la vida.
Al ser una sustancia extraña, el organismo reacciona inmediatamente a su aplicación, desarrollando enfermedades inmunológicas, procesos infecciosos, dolor e inflamación. Y, en caso de que el tratamiento sea aplicado por una persona sin conocimientos de medicina, durante el proceso se puede perforar un órgano, lo cual es una sentencia de muerte, ya que la sustancia ingresa al torrente sanguíneo, generando un paro cardiaco.
Si los biopolímeros son silicona, ¿Los implantes son peligrosos?
La diferencia entre los biopolímeros y los implantes, es que el implante está envuelto en una membrana que permite que el liquido se pueda manipular, esté compacto y no se distribuya por todo el cuerpo.
Al inyectar los biopolímeros, el cuerpo los encapsula, formando una especie de bolas blandas que se notan casi de inmediato, presentando cambios de color y/o de textura en la piel, resequedad, manchas, lesiones pigmentadas o endurecimiento de la zona.
Los biopolímeros no se pueden retirar del todo y si están mal inyectados, pueden llegar a causar la muerte. Sin embargo, la comodidad y el precio influyen en muchas personas que prefieren este tratamiento que ponerse una prótesis.
El afán por la belleza hace que las personas cometan ciertos errores y pongan en riesgo su salud.
Hoy en día hay muchas campañas contra el uso de esta sustancia y Clinicasesteticas recomienda, o bien realizarse una cirugía o inyectarse la propia grasa por medio de una liposucción e inyectando esa grasa para rellenar la zona deseada.
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La inyección de grasa como alternativa
La transferencia de grasa de una zona a otra es una de las mejores técnicas en contra del uso de biopolímeros, siendo más natural, menos invasiva y nada peligrosa, ayudando a restaurar volumen y/o atenuar arrugas.
La grasa usada como relleno se obtiene del mismo paciente, de modo que los riesgos de sufrir reacción alérgicas o rechazo por parte del organismo son muy bajas, por no decir nulas. Como lo habrás imaginado, para realizar el procedimiento, primero se requiere extraer grasa de una parte en donde se encuentre de forma abundante, lo cual es otro punto extra para el proceso, ya que no solo se aumenta volumen, sino que también se elimina grasa localizada.
La grasa se puede extraer del abdomen, cintura o piernas por medio de una cánula muy fina, posteriormente ésta se purifica y se inyecta en la zona a tratar.
Una vez se realice el procedimiento se deben evitar los movimientos excesivos en la zona y reducir la inflamación con compresas heladas.
El tratamiento de transferencia de la propia grasa varía de acuerdo a la zona inyectada y la velocidad en que el cuerpo la reabsorba, por lo cual se recomiendan varias sesiones para sobrellenar la zona con grasa, cada seis meses, estimando una duración de entre 1 a 3 años.
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¿Cómo se puede usar el relleno con grasa?
Esta nueva técnica de medicina estética se ha convertido en toda una revolución, ya que promete ser un sustituto más natural y menos agresivo para varios procedimientos de estética facial y corporal. En la actualidad la grasa puede usarse para:
- Rellenar arrugas. En vez de toxina botulínica o ácido hialurónico, se puede usar la grasa del paciente para eliminar surcos de la piel profundos o pequeñas líneas de expresión.
- Aumentar glúteos. Esta fue una de las primeras técnicas en donde se utilizó el relleno de grasa como base, por lo general, el tratamiento viene acompañado de una lipoescultura, la cual ayuda a definir mejor el abdomen y dar una apariencia curvilínea.
- Relleno para los senos. No es un sustituto de la mamoplastia de aumento, pero si ayuda a eliminar los pliegos que se pueden formar por someterse a este tipo de procedimiento.
- Relleno para los genitales. En el caso de las mujeres, ayuda a rejuvenecer su zona íntima, mientras que en los hombres sirve como un relleno para engrosar el pene, o bien para aumentar ligeramente su tamaño. Gracias a su condición de compuesto biológico, se están haciendo muchos estudios en cuanto al engrosamiento y aumento de pene.
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