¿Qué sabes de la cirugía ortognática?
Cada vez son más las personas que se preocupan por el cuidado bucal, animándose a tratamientos de ortodoncia, con el fin de conseguir una linda sonrisa.
Para saber si somos buenos candidatos para una Cirugía Ortognática, el profesional maxilofacial deberá hacer un análisis completo de nuestra cara, estudiando la mandíbula, el maxilar, los huesos cigomáticos, la nariz, regiones orbitarias, dientes y todos los tejidos blandos de la zona.
Muchas veces la ortodoncia no es suficiente para solucionar problemas bucales, pues en algunas ocasiones no solamente existe una mala colocación de los dientes, sino también un tamaño incoherente o mal posicionamiento de los huesos de la cara.
La cirugía ortognática es un procedimiento cuyo objetivo principal es posicionar de manera correcta y proporcional los huesos de la cara, para de esta manera conseguir una mejor apariencia estética, mejorando nuestros rasgos faciales que influyen mucho en nuestro aspecto.
Con esta intervención no solo se logra el mejoramiento de la apariencia de cara, sino que también mejora la funcionalidad de la boca, en cuanto a salud de las piezas dentales, la masticación y la oclusión.
Tipos de cirugía ortognáticas
De acuerdo a lo que se deba corregir, existen varios tipos de cirugías ortognáticas. Teniendo en cuenta que hay mandíbulas atrasadas o muy adelante con respecto al maxilar superior, con el procedimiento se consigue el correcto posicionamiento de la mandíbula, consiguiendo una apariencia bastante equilibrada con el resto del rostro.
También hay diferencias en los lados de la cara o la mordida abierta, en donde acudiendo a una intervención quirúrgica de éste tipo, conseguiremos la completa armonización de la zona.
¿Si me opero, puedo evitar el tratamiento de ortodoncia?
Generalmente el paciente debe acudir como primera medida a un tratamiento de ortodoncia, que se puede prolongar hasta después de la intervención. La ortodoncia y la cirugía ortognática son procedimientos completamente diferentes, en donde la intervención cambia los huesos de posición, más no los dientes.
Cuando los huesos de la mandíbula y el maxilar estén en su correcta posición, la ortodoncia ejecuta su trabajo, ubicando los dientes en su lugar.
¿Cómo es la cirugía ortognática?
La intervención se realiza bajo anestesia general y requiere aproximadamente cuatro horas. Durante el procedimiento el cirujano realiza incisiones dentro de la boca del paciente para actuar sobre el maxilar y la mandíbula, por lo cual no quedan cicatrices visibles.
Se colocan unos segmentos óseos acordes con el rostro del paciente, los cuales se fijan mediante placas o tornillos de titanio. De esta manera se consigue una mejor posición de los huesos y mejora el aspecto de la cara.
Normalmente el paciente requiere de cómo mínimo una noche de hospitalización o máximo dos, ya después podrá regresar a su domicilio. No obstante, cuando se requiere el trabajo únicamente en la mandíbula, se suele aplicar anestesia local y sedación y no hace falta el ingreso hospitalario.
En Europa y Estados Unidos el procedimiento empieza con una ortodoncia, posteriormente se opera y finalmente se continúa con la ortodoncia, mientras que en países como Japón y Corea manejan una nueva técnica, en donde se realiza la cirugía antes de implementar la ortodoncia.
¿Cuál es la mejor edad para someterse a esta cirugía?
Si durante la infancia aparecen problemas de maxilar o mandíbula, se pueden ir corrigiendo por medio de aparatos funcionales. Sin embargo, una vez finalice la etapa de crecimiento normal, la cual suele suceder en mujeres a los 18 y en hombres a los 21, ya se puede acudir a una cirugía ortognática.
Si el paciente tiene buena salud física y mental y presenta una deformidad que aparentemente no tiene solución mediante aparatos funcionales u ortodoncia, el mejoramiento de su cara y de su oclusión dental se puede realizar mediante ésta intervención.
¿Qué pasará después de la cirugía?
Tras la intervención el paciente sentirá ciertas molestias que se pueden aliviar con medicamento recetado por el médico. El rostro presentará hinchazón, algunos moratones y problemas a la hora de comer, dormir o hablar.
El primer día es importante guardar cama y mantener la cabeza elevada, pues zonas como la boca y parte de cara permanecerán anestesiadas, no solo los primeros días, sino también los primeros meses. No es de preocuparse, ya que es el ciclo normal de la recuperación y aunque se sientan algunas zonas dormidas a las dos semanas después del procedimiento, ya puede retomar su vida normal.
Hasta un máximo de cinco semanas después los dientes del maxilar y la mandíbula estarán unidos mediante gomas, cosa que impide o dificulta abrir la boca, pero es indispensable para que los huesos se consoliden. De esta manera el paciente deberá llevar una dieta líquida.
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Durante las primeras dos semanas aproximadamente se deberá seguir la dieta líquida o blanda y a partir de ahí se pueden empezar a consumir alimentos blandos, tales como pescado, tortillas de huevo y demás, de manera progresiva de acuerdo a las capacidades que vaya teniendo el paciente.
Tras la operación se puede presentar cansancio y molestias en el momento de hablar, por la hinchazón existente, así que se recomienda tener toda la paciencia y reposo para evitar ser lastimado.
Sobra resaltar que la boca siempre se debe mantener en óptimas condiciones de limpieza e higiene para evitar posibles infecciones. Como los primeros días es un poco difícil abrir la boca, se recomienda el uso de cepillos dentales pequeños y suaves que nos ayuden a limpiar los brackets, por debajo y alrededor de los arcos.
La vuelta a la rutina diaria y al deporte o actividades físicas, deberá ser de manera progresiva, empezando con pequeños paseos, salir a caminar y poco a poco ir incrementando la intensidad.
¿Cuándo conoceremos los resultados?
Dos semanas son suficientes para que el paciente note una considerable mejoría. No obstante, una vez desaparezca la hinchazón ya se puede comprobar el aspecto de la cara.
Aproximadamente se requiere un mes para notar los resultados finales, que es cuando la cara deja su completa inflamación. Es normal que al principio el paciente se sienta extraño debido a los cambio que se han realizado en su rostro, pero en la mayoría de los casos la aceptación llega rápidamente y se empieza a sentir la satisfacción y alegría con su nuevo aspecto.
Como en cualquier tipo de cirugía es recomendable acudir a manos expertas para la práctica del procedimiento y deben tener especial cuidado aquellas personas que sufran de hipertensión, problemas respiratorios o circulares o con enfermedades sistémicas graves.
El profesional siempre valorará las circunstancias de cada paciente para tomar la decisión de la viabilidad de la intervención y la técnica a utilizar.
En Clinicasesteticas podrás encontrar a los mejores médicos cerca de ti, que te brindarán el mejor asesoramiento en los diferentes tratamientos y cirugías estéticas que te quieras realizar.
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